Para el té, y en principio para otros platos, es mejor utilizar jengibre fresco. Pero para ello debe estar debidamente almacenado. El mejor lugar es el frigorífico, más precisamente el recipiente para verduras y frutas. Solo la baja temperatura del aire y la alta humedad permitirán que la raíz permanezca fresca y no se deteriore.

Lo mejor es envolver el jengibre en una envoltura de plástico, aunque también funcionará una bolsa normal. Es importante inspeccionar la raíz antes. Debe ser elástico, limpio, sin moho y sin dañar la piel. Solo entonces podemos decir que la raíz permanecerá durante mucho tiempo.

Si necesita almacenar solo una semana, generalmente puede ponerlo así, sin bolsa y polietileno. Cuando sea necesario conservar el sabor y las cualidades útiles del producto por más tiempo, también puede envolver la raíz con una servilleta de papel y luego en una bolsa.